miércoles, 17 de marzo de 2010

La renovación de los controles de acceso a las instalaciones, la reforma de las saunas y los jacuzzis

La asamblea de socios del Club Natación Santa Olaya celebrada anteanoche resultó convulsa y larga, pues hubo un tenso enfrentamiento entre la junta directiva y un grupo de socios -a la sazón, trabajadores de la entidad y sus familias-, lo que prolongó la reunión hasta las tres menos diez de la madrugada. Resultó ser, además, la primera vez en la que la gestión económica del equipo dirigido por Félix Fernández no fue aprobada, en sus diez años de mandato. Sólo uno de los puntos presentados a debate recibió el parabién de la asamblea, pero ni tan siquiera tal y como había sido propuesto por Fernández.
Todos los socios del Santa Olaya verán cómo a partir de ahora se les aumentará la cuota mensual en 1,5 euros, incluidos los mayores de 65 años con más de 25 años de antigüedad, a quienes la directiva pretendía congelar la cuota a perpetuidad, como reconocimiento a su fidelidad. En cambio, la asamblea rechazó esa salvedad bajo el pretexto de que son los jubilados, precisamente, quienes más uso hacen de las instalaciones.
Las cuotas quedarán, por tanto, en 12,30 euros, frente a los 10,80 que abonaban hasta ahora. Y es que el club justifica esta subida en que «necesitamos equilibrar los gastos estructurales, pues en los últimos cinco años el gas subió un 45%, el agua un 25% y la luz un 65%. Tenemos un desfase importante en estos cinco años», dijo el presidente.
En cuanto al informe de la comisión censora de cuentas, no observó irregularidades en los números, pero sí criticó que no se le facilitara información con datos confidenciales si no firmaban un contrato de confidencialidad.
Félix Fernández se mostró ayer sorprendido por el cariz que tomó la asamblea de socios y la calificó de «surrealista». Tanto es así, que no fueron aprobados ni el presupuesto de este año, ni las cuentas del pasado. Y todo ello, a pesar de que había un superávit de 155.569 euros. Fernández considera que el enfrentamiento que mantiene con los trabajadores por no llegar a un acuerdo en la firma del convenio colectivo tras más de catorce meses de negociación está detrás de todo el problema. Según indicó, la mayoría de los asistentes a la reunión eran «los 40 trabajadores y sus familias». El presidente indicó que «los trabajadores votaron que no al resultado del ejercicio pasado. Si presento un déficit, lo lógico que es voten que no, y yo me tenga que ir para mi casa. Pero si hay un superávit de más de 155.000 euros y votan que no, ¿qué quieren decir?, ¿que me llevo más dinero para mi casa? Eso sí que no se admite».
«Supersaneado»
Según el presidente, la situación económica del Santa Olaya, además de ese superávit, «está supersaneada», indicó Fernández, quien añadió que «tenemos un club con 600.000 euros a plazo fijo en el banco y 200.000 euros de circulante en caja. Además, casi no debemos nada a nadie, pues ya terminamos de pagar los grandes créditos».
Que no se apruebe el presupuesto para este ejercicio pone en peligro las inversiones previstas para este año, como son la renovación de los controles de acceso a las instalaciones, la reforma de las saunas y los jacuzzis, el cambio del tejado de la piscina de 25 metros -actualmente de uralita- y tres nuevas pistas de pádel. Lo paradójico de la situación es que «como los trabajadores votaron que no, ahora tendremos más dinero pero no nos dejan gastarlo. Sólo podemos prorrogar el presupuesto del año pasado».

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